Enfermidade do sono.

el precio es de la soledad, la libertad es barata
  Xrollbacks remixed by Karl

Su única pasión fue el rock
siente frío
Dos líneas para ella no son nada
tiene sed

Soy de esos que eligen la sed. Instinto primario básico de fácil solución en este mundo que habito. En cada esquina del sueño hay alguien que ofrece y edifiqué miles de estructuras para aprender que la libertad nace del no (negación sin sentido, sin lógica, sin moral)

Fui cristiano, exhibicionista, tímido, rebelde, asceta, mutista, charlatán y solo tuve una vida.
Que viví como un juego, jugando como un nene.

¿Cuando termina la suerte de principiante?

Atravesé clases sociales en todas direcciones y no tengo miedo de comer serpientes para esquivar escaleras. Si retrocedo es para darme impulso. Sí, tal vez es como sospechas. Tal vez sea un take off eterno.

Tomo carrera para saltar hacia el abismo sin perder ninguna de las 7 vidas. Para llevarme al último cielo que es así el ultimo infierno y voy y lo veo, lo toco, lo beso y el busca mis labios y me enseña a escribir.
Mientras tanto hay gente que desaparece y uno se acostumbra. Adquiere cultura y se hace maestro.
Porque los maestros son aquellos que no se atreven a poner en práctica sus enseñanzas.

Y come langostas y juega con el Diablo y en pesadillas sueña a un Cristo ario y nazareo que le da seguridad, lo protege y le da patria.

Y todo es teatro, escenario.

Y tengo la misma cara para los mil que viven conmigo

Y no todo debe ser caos. La esperanza en el apocalipsis se basa en no tener nada que perder

Nada

Apostando tu pedazo de nada, así como un niño destruye un juguete irrompible, verde.
Mientras deja de ver los dibujitos.

Perder la inocencia tan rápido solo te convence de lanzarte en su búsqueda abnegada, aunque tengas que dar vuelta todos los vasos.

Las mejores cosas no se graban

no se escriben

no se filman

Se viven conmigo.

Los dramas griegos, las comedias, las sombras chinas,los sainetes, la pólvora.
la cumbia, la polca, el tango, el rock, el jazz.

La sintonía del ruido blanco en tu sien.

Todos quieren escribir sobre el latido inaudible del Pentium.
Tienen miedo porque no comprenden la tensión, el amperio, la resistencia, no saben leer el código de colores.
Buscan más allá, en otras latitudes.

 

Conozco la luz
y me quema la cara

mientras me condena a la existencia de ser percibido

No le tengo miedo a la policía, no le tengo miedo al azul ni al rojo zigzagueante americano.

Porque sé el libreto de memoria.

Sé que todo se ordena al final y aún de las pretensiones literarias se ponen acentos, viviendo el futuro y el pasado sincrónicamente.

Sé que todo esto es una boludez, aunque no me perdones nunca.


Pensé que tu amor era infinito.

Pero tu miedo es más profundo y no puedo acostar ochos toda tu vida.
Estás destruida por televisión, comidas estúpidas y bebidas sin espíritu no lo vas a comprender nunca y te asustas y gritas y le tenés miedo a todo.
Cuando uno tiene miedo no debe gritar, debe callar y quedarse con los ojos de tigre, mirando lo fortuito, analizando.
La curiosidad no mató a nadie.

¡Comprendé la circunstancia, examinala sin gritar cuando veas algo que no conoces!
Cagate en el conformismo. Dios no existe si no lo haces tuyo, si no confiás en él y mandas el gordito al arco.

No te tomes la vida en serio, aceptá que todo gira igual aún de tu solipsismo.
Aún de tu miedo a la libertad
Tolerá la sed.
Renunciá a todo conocimiento, pero avanzá.
Avanzá por arriba de todos esos tipos que se cansaron de pensar y acompañame
porque te necesito.
El amor es un rayo que te atraviesa en un segundo.
Es caos todo el mundo y tenés sed
y te ofrezco un vaso de agua
Porque se amar

¡Que seguridad sentís cuando la tele te permite votar ejecuciones mientras afuera llueve y graniza y tus hermanitos buscan tolerancia y toda clase de esas emociones heroicas dignas del novecento y la leucemia!

Los ojos morados y simétricos
Pero vivo.
Escondido entre las luces de neón
Pero vivo.

Escribiendo desde el pasado
En la singularidad

Media alodipina
Y no comas salado
Que soy un dulce y quiero que me devores.

Entiendo la electricidad y enfrío las cosas con agua. Porque comprendo el disyuntor y conozco donde está la tecla que enciende el mundo. Abro las puertas, atravieso la mentira de un pasillo, tomo un vaso y lo lleno. Voy al baño, me quemo las venas con un pucho, vomito espuma y halls y efervescencia. Afuera sigue la obra. Actúo de drogadicto para simular que tu fracaso es por falta de talento y te lo cuento con las palabras de Pedro B. Palacios y te suena raro porque sos tan cobarde y pensás que vas a matarme llamando a la policía. ¡La policía existe para vos! Yo la trasciendo a ella, a sus cárceles y a sus rehenes. El mundo es mi cárcel y acepto cualquier celda porque no hay donde carajo escapar hasta que se termine el celuloide binario repleto de terabytes de estupidez como la tuya, que da risa. Tu mejor drama de amantes, de cuernos, de relaciones de oficina. Unitarios de domingo que solo producen burla jocosa y risa altiva. Me río y sonrío de ese mundo. Desde mi clase social bien baja y soy bello mientras tanto.

La envidia que detuvo tu niñez no compra un gramo de la felicidad que tengo mientras elijo no respirar para satisfacer todas las vaginas del mundo menos la tuya.
Y yo elijo no fornicarte.
Ni la Cultura ni Claude Levi Strauss
Ni Cristo ni la Biología.
Yo, decidiendo toda la civilización en ese instante.
Y cada persona del mundo hace fila a mi lado, atrás y frente mio. Llenandonos de argumentos para negar el incesto y sentirnos libres de cojer madres, hermanas y novias de quien se nos antoje.