30 dic 2005

Palabra, azul sangre

Me preguntaba quien me da el derecho para dar nacimiento a cada palabra, amontonarlas en una fila de sufrimiento, de dolor, de pena, de vergüenza y de remordimiento, letras que significan algo sin quererlo. Me pregunte si tenía permiso para obligarlas a construir lo que yo quiero, a darles un destino, un objetivo, demoliendo su libertad. Así destruir su esencia, para no gritar, para gemir escribiendo, soledad, desamor, desencuentro, perder lo que es perfecto. Como llorar sin lágrimas, sonreír sin boca, claudicar sin tiempo. Como salir para luchar, morir, matar cada sueño. Si me condeno a la escritura automática, si me limito a escribir únicamente lo que siento, ¿donde esta la necesidad inevitable de trascender?


Alguien halaga mi ego, pero soy un torpe animal, sin mas que ofrecer que mi fuerza, mi sexo, mi intelecto, basta, debo dejar de llorar, volverme abstemio de sueños, aprender de la soledad, buscar una montaña, isla, en su defecto, y ponerme a contar los dedos del pie, una vez, otra vez, de vuelta, otra y otra, de atrás para adelante, comenzando por el segundo, otra vez, al revés, por el póstumo, por el cuarto, por el medio, otra vez. Desesperación, palabra amontonada, azul sangre, transpira dolor y llora, llora desconsolada, porque eres nada más que mentira, que la apariencia que muestras, no eres, por eso sos, sos quien no sos, sos la nada aferrada a la vida, acongojada, beligerante, audaz, asesina y kamikaze, sos el dolor hecho piel, y no te cansas de hacer alarde.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Azul.

Quiero pintarte de azul
y hacerte el amor,
entrar en tus paradojas,
en tu niñez.